Una persona, como una comunidad, para desarrollarse de manera equilibrada y armónicamente, debe necesariamente hacerlo en relación con los otros.
Solo la evolución que da la educación – que debe nutrirnos desde el mismo nacimiento – y la construcción de redes sociales virtuosas, podrán mostrarnos la luz de que un mundo mejor es posible.
Johnson Acero S.A., en sus más de 50 años de historia, ha elegido hacer su aporte desde la cultura del trabajo, desde la perseverancia que resulta de la convicción en lo que hace, y desde el desafío de agregar valor para enriquecer y consolidar la obra que cotidianamente realiza.
Pero ese camino elegido toma real valor cuando se comprende que lo central está en la valoración y el cuidado de todas aquellas personas que, día a día, acompañan con su responsable labor y cuando se desarrollan acciones propias de quien se siente parte comprometida de una comunidad de quien recibe y a quien debe dar.