GABY LÓPEZ EN CASA FOA
Cocina corazón de fuego
En el marco de la edición 39ª Casa FOA, la arquitecta María Delia Zaccagnini, autora de Cocina de Encuentro -junto al equipo Johnson Project- dialogó con la diseñadora Gaby López sobre el proceso creativo que dio a luz a este espacio distinguido con la primera mención al Diseño y Arquitectura.
Como explicó su creadora, se trata de una forma magnética, con un mensaje orientado hacia el interior en formato teatral, donde lo circular define la propuesta, respetando la impronta original y potenciándola.
“El centro geométrico del lugar nos fue dando las pautas para orientar la temática. El espacio contaba con un centro, se decidió marcarlo de manera contundente, desde lo funcional y simbólico para generar una cocina de encuentro, una situación lúdica, teatral, un gran show donde cada elemento se potencia”, expresó la arquitecta.
Convocando memorias ancestrales
El resultado es un ambiente con corazón de fuego, donde las llamas congregan, convocan a memorias ancestrales. Un criterio que fue reforzado desde la materialidad, empleando madera carbonizada con la técnica japonesa de preservación denominada yakisugi.
Coronando ese plano, la campana subraya la idea de verticalidad. Jerarquiza el ambiente con su forma cónica que lleva el rombo a las tres dimensiones y agrega un color disruptivo a la neutralidad dominante.
Confianza y honestidad
En relación al tono de la campana, Gaby López enfatizó el significado y la alta vibración del azul como el color más elegido que genera confianza y honestidad.
“El azul Klein se plantó con gran personalidad, aportó su cromaticidad elevada para proporcionar una energía especial y complementarse con los negros, grises y maderas”.
La conjugación de estos elementos dio lugar a una experiencia inmersiva, donde los fuegos, los aromas y la degustación convidan con un vivificante encuentro en torno a todo lo que nos otorga disfrute y conexión.
Teñido romboidal
Vidrio gris, piedra natural cuarcita, chapas de madera en tonos grises, las puertas con tramas en rombo, los carbones, los negros y el contraste del piso de madera natural intervenida ya existente.
“El piso fue sectorizado, teñido con un dibujo romboidal que se repite en las ventanas puesta al servicio del trabajo hacia adentro, con un tejido telar de bandas de cuero, para concentrar la mirada”, detalla la arquitecta.
Una apuesta esencialmente simbólica, que nos recuerda el valor de lo ancestral en la memoria colectiva, donde el fuego es el elemento distintivo que invita a la reunión y la cocina se proyecta como el eje del hogar.